domingo, 9 de noviembre de 2008

LA EDUCACION DESDE LA COMUNICACION

MAESTRÍA EN COMUNICACIÓN Y TECNOLOGÍAS EDUCATIVAS



JULIO CESAR PEREZ ALDANA



blogger: http://pajarito-tiburon.blogspot.com/




COMUNICACIÓN Y EDUCACION




SEDE CORDOBA




Tutora: ELSA MARÍA KEINRAD IBARGÜENGOITIA








21 DE OCTUBRE DEL 2008

La Educación Desde la Comunicación; Grupo Editorial Norma. Jesús Martín Barbero.

Si ya no se escribe ni se lee como antes es porque tampoco se puede ver no representar como antes. Y en esto no tiene nada que ver la tecnología. Nacidos antes de la revolución electrónica la mayoría de nosotros no entendemos lo que esta significa. Los jóvenes de las nuevas generaciones, en cambio, se asemejan a los miembros de la primera generación nacidos en un país nuevo. De ahí la tecnicidad mediática como dimensión estratégica de la cultura. La escuela podrá insertarse en las nuevas figuras y campos de experiencia en que se procesan los intercambios entre escrituras tipográficas, audiovisuales y digitales, entre identidades y flujos, así como movimientos, ciudadanos y comunidades virtuales.
El mundo adulto y especialmente el académico, carga a los medios audiovisuales la responsabilidad de la crisis de la lectura y del empobrecimiento cultural en general. El mundo de la imagen masiva es reducido a espacio de identificaciones primarias y de proyecciones irracionales de la manipulación consumista y simulación política especulación y conformismo que constituiría la esencia misma de los audiovisuales, el dualismo: en la prensa escrita se gesto en el espacio publico y en la imagen televisa en los libros se halla el ultimo resquicio y valuarte del pensar vivo, critico, independiente, frente a la avalancha de la frivolidad, el libro es declarado espacio propio de la razón y el argumento, del calculo y de la reflexión el dualismo que enfrentamos no pertenece al mundo académico sino al de pensadores quienes declaran el aborrecimiento intelectual e ideológico del cine porque la velocidad a la que suceden las imágenes es imposible escapar a la seducción, distanciarse y pensar, quienes identifican la video cultura como un post-pensiero (decadencia o fin del pensamiento). El mundo audiovisual se toma socialmente mas relevante y culturalmente mas estratégico ellos exasperan rencor intelectual hasta exaltarse y denigrar la celebración de las tecnologías audiovisuales y electrónicas y convergen sin embargo en una apelación (metafísica): el homo-videns se desvaloriza la video cultura declarándola enemiga de la humanidad o se la exalta como la salvación del hombre, la metafísica la podemos interpretar de muchas maneras pero daremos un ejemplo de la misma: para quien la televisión es, por su naturaleza misma, inculta, frívola y hasta imbécil, de manera que (cuando mas vacía se un programa en su contenido mas éxito tendrá), la causa de esa abominación es la fascinación que produce el medio audiovisual, “gracias a su capacidad de absorbernos y casi hipnotizarnos evitándonos la pena y la dificultad de tener que pensar. Si la incultura constituye la quinta esencia de la televisión se explica el desinterés y, en el mejor de lo casos, el desprecio de los intelectuales por la televisión, pero también queda al descubierto el carácter elitista que prolonga esa mirada confundiendo al iletrado con inculto. Hay un segundo argumento “la fascinación que nos idiotiza” es en ella donde se produce el espectáculo del poder y el simulacro de la democracia, su densa trama de farsa y de rabia, es donde adquiere dimensiones claves del vivir y el sentir cotidiano de las gentes que no encuentra cabida ni en el discurso de la escuela ni en la cultura. El pesimismo metafísico no deja de pensar y distinguir la necesaria y la indispensable denuncia de la complicidad de la televisión con las manipulaciones del poder y los mas sórdidos intereses mercantiles pues aunque no encante o nos de asco, la televisión constituye hoy a la vez el mas sofisticado dispositivo de moldeamiento y de formación de los gusto populares y una de las mediaciones históricas mas expresivas de la matrices narrativas, gestuales y escenografitas del mundo cultural popular, entendiendo por este no las tradiciones especificas de un pueblo sino la hibridación de ciertas formas de anunciación, ciertos saberes narrativos, géneros novelescos y dramáticos de las culturas y matices de nuestros países, la mala conciencia de nuestros intelectuales y la buena conciencia de nuestros comerciantes de la cultura se repunta por el rencor y la incomprensión de las ciencias sociales para con el mundo audiovisual por los intelectuales. Y se debaten sin importar atacar o defender a la televisión publica que nos evita pensar que nos roba la soledad y nos idiotiza. Ya que la televisión en si misma, y no algún tipo d programa, lo que refleja y refuerza la incultura de las mayorías con el argumento de que “para ver televisión no se necesita aprender”, la escuela lo que enseña es a leer y no tendría nada quehacer. A lo que conduce el desencanto letrado, y su travesía metafísica “la cuestión sigue siendo explicar para transformar, y n quedarse en la satisfacción que produce su negación informada” (JJ Bunner).
La escritura fonética en lugar de encerrarse sobre la cultura letrada pone las bases para la segunda alfabetización aquella que nos abre a las múltiples escrituras que hoy conforman el mundo del audiovisual y del texto electrónico. En cambio en los protocolos y procesos de lectura que sin duda atravesamos no significa, la sustitución de un modo de leer por otro sino la compleja articulación entre libros y comic’s y videos e hipertextos, todo lo que ellos implica de continuidades y rupturas entre los muy canónicos modos de leer libros y los muy anárquicos modos de navegar textos.
Pues de un mínimo de continuidad y conversación entre ellos va a depender en buena medida no solo el futuro de la civilización sino el sentido social de la vida y el porvenir de la democracia, que son los que esta exigiendo a la educación hacerse capaz de formar ciudadanos que sepan leer tanto periódicos como noticieros de televisión, video juegos, video clips e hipertextos, etc.
los educadores acaben olvidándose la complejidad del mundo adolescente o juvenil, reduciéndolo a su condición de consumidor de música y televisión y no comprenden la relación entre adolescentes y la tv que en corregir el ver de los telespectadores hacen juicios es decir, de quienes no miran la televisión sino para estudiarla y pode así educar el ver y el gusto de los que gozan viéndola. Desde esa mirada resulta imposible abordar un debate sobre la relación de la sociedad con los medios y sensibilizar la cultura desde que la enseña los maestros y aquella otra desde el a que aprenden los alumnos. Pues solo asumiendo a los medios como dimensión estratégica de la cultura podrá la escuela interactuar con los nuevos campos de experiencia surgidos de la reorganización de los saberes, flujos de información y las redes de intercambio creativo y lúdico, con la hibridación de la ciencia y el arte y del trabajo y el ocio.
Estamos ante un desafió que pone al descubierto y en desconcierto a nuestra sociedad pues ni los padres constituyen ya un patrón de conductas, ni la escuela es el único lugar legitimado del saber pues hay varios escenarios nuevos y varios modelos de comunicación que somos sometidos y a los ritmos que vive la adolescencia cualquier producto o sistema educativo lo hace incapaz de pensar cambiando las culturas que emergen en relación de los niños y los jóvenes con los medios y las etnologías audiovisuales e informáticas. Nuestro país entro en un ecosistema comunicaciónal y en un sistema político que dinamiza la educación y la creatividad cultural, y la innovación tecnológica y estas vienen siendo los ámbitos de la cultura y la comunicación de la educación, el ecosistema comunicativo configura a la sociedad como un modelo y trama de interacciones, conformada por el conjunto de lenguajes, escrituras, representaciones y narrativas que alteran la perención de las relaciones entre el tiempo del ocio y el trabajo, entre el espacio privado y el publico. Lo que implica incorporar las nuevas tecnologías de comunicación e información como tecnologías intelectuales desde la primaria hasta la universidad como un proyecto educativo de estudios y relatos estratégicos audiovisuales que configuran la literatura cotidiana de las mayorías aprendiendo a transformar la información y conocimiento y a distinguir de lo que se habla y se dice. El tráfico de imágenes nos hará sentir la necesidad de leer libros y parte de un derecho ciudadano fundamental, de participar crítica y creativamente con la comunicación ciudadana. No es cierto la cercanía de la muerte de los que hablan de la crisis del libro sino su dejar de ser el centro del universo cultural. El libro atraviesa hoy una situación homologa a la que vive la nación esta se halla atrapada entre el descubrimiento y la toma de decisiones en pocos países la violencia del letrado producirá relatos y la actual crisis de la lectura entre los jóvenes quizás tengan que ver con la seducción que ejerce las nuevas tecnologías y el viejo miedo a las imágenes se carga hoy en un renovado prestigio intelectual. Por el modo como los medios se relacionan con los públicos pasa finalmente, uno de los cambios mas importantes en la transformación de la cultura de masas a una cultura segmentada urbanas y estado, los medios posibilitaron y especialmente la radio convirtiéndose en voceros de interpelación que convertían a las masas y al pueblo en nación. La radio en todos y el cine en algunos países, estamos ante una demanda de diferente grupos de edad y diversos tipos de consumos culturales, sin embargo ante una dé fragmentación de la oferta y la diferencia socioculturales en los intereses comerciales, esto es tiende a construir solamente diferencias vendibles y cambiar las estrategias con los medios en la construcción de un mejor espacio publico latinoamericano.


Experiencia Audiovisual y Des-Orden Cultural; Grupo Editorial Gedisa. V. Sánchez Biosca.

La profunda crisis tanto de los modelos de desarrollo como de los estilos de modernización esta resquebrajando un orden, que al identificarse con la razón universal nos estaba impidiendo percibir las honduras del desordenamiento cultural que atraviesa la modernidad. La no contemporaneidad de lo simultáneo, es las existencias de destiempo en la modernidad que son residuos no integrados de una economía y una cultura, permitiéndonos recombinar memorias y reapropiarnos creativamente de una descentrada modernidad. El desordenamiento cultural que vivimos remite en primer termino al descentramiento que atraviesa la modernidad “abstracta la modernización de su contexto de origen que no es si no el reconocimiento de que los procesos que la conforman han perdido su centro, para desplegarse por el mundo al ritmo de la formación de capitales, al internacionalización de los mercados, al difusión de los conocimientos y las tecnologías, pues somos sociedades formadas en historias hibridas en las que necesitamos entender como se construyeron las diferencias sociales, los dispositivos de inclusión y exclusión que distinguen lo culto de lo popular, y ambos de lo masivo. Pero también como y porque esas categorías fracasan una y otra vez o en la combinación periódica de los plagios y las taxomanías. Nos referimos a la supremacía de la razón comunicación al que, frente al consenso dialogal de que se nutre la “razón comunicativa”, el devenir del mercado de la sociedad, que es un proceso al protagonismo de las tecnologías, antes llamados medios, es cada día mayor, y se debe especialmente a un doble movimiento a las herencias culturales y demandas locales convirtiéndose en conector universal en lo global, hoy el flujo televisivo se constituye en la metáfora mas real del fin de los grandes relatos, por la equivalencia de todos los discursos, información, drama, publicidad o ciencia, pornografía datos financieros, la ínter-penetrabilidad de todos los géneros de todos los géneros y la transformación de lo efímero en clave de producción, pero la estrategia de mediación que introduce el flujo televisivo remite, mas allá de la experiencia estética, a los nuevos “modos de estar juntos”.
En ningún otro medio como la televisión se hace presenté la contradicción de la modernidad latinoamericana, el espacio social y las debilidades de nuestras sociedades civiles y no puede ser confundida con los reitings de audiencia. No porque la cantidad de tiempo dedicado a la televisión no cuente sino porque el peso político o cultural de la televisión no es medible en el contacto directo e inmediato, es imposible saber lo que la televisión hace con la gente si desconocemos las demandas sociales y culturales que la gente le hace a la televisión, demandas que ponen en juego el continuo deshacer y rehacer de las identidades colectivas y los modos como ellas se alimentan de, y se proyectan sobre, las representaciones de la vida social que la televisión ofrece. La nueva forma de hacer política es por participación ciudadana, en donde el espectáculo trunca hasta disolver el debate político, en las brechas de la televisión comercial, y en las posibilidades abiertas por los canales culturales, regionales y locales o comunitarios, la televisión aparece como un espacio de cruces estratégicos con ciertas tradiciones culturales de cada país: orales, gestuales, escritas, teatrales, cinematográficas, novelescas, etc.

En América Latina donde las representaciones de la modernidad: son ellas las que median el acceso a la cultura moderna en toda la variedad de sus estilos de vida, de sus lenguajes y sus ritmos, de sus precarias y flexibles formas de identidad, de las discontinuidad de su memoria y de la lenta erosión que la globalización produce sobre los referentes culturales. Los medios masivos se han convertido en una cultura de mundo y es una percepción de los jóvenes y emergencias de cultura sin memoria territorial, ligadas a la expansión del mercado de la televisión, del disco o del video. pero la devaluación de de lo nacional no proviene únicamente de las culturas audiovisuales y las transformaciones que la tecnología telemática produce en las identidades sino la erosión interna que produce la liberación de las diferencias especialmente en lo regional y las generacionales. Lo nacional en la cultura resulta siendo un ámbito rebasado en ambas direcciones, la moderna diferenciación y automatización de la cultura sufre un segundo des-centramiento: esa autonomía se produce en Latinoamérica.

La modernización reubica el arte y el folclore, el saber académico y la cultura industrializada bajo condiciones relativamente semejantes. La modernidad sin dejar su cultura oral de géneros y narrativas de lenguajes y los saberes, de la industria y la experiencia audiovisual. Hablar de medios de comunicación en América Latina se ha vuelto una envergadura antropológica. Pues lo que esta ahí en juego son ondas transformaciones en la cultura cotidiana de las mayorías, especialmente en unas nuevas generaciones que saben leer, pero cuya lectura se halla atravesado por la pluralidad de textos y escrituras que hoy circulan, la oralidad y la visualidad tecnológica que tejen y organizan la gramática tecnoperspectivas de la radio y el cine del video y la televisión. La complicidad entre oralidad y visualidad nos remite al analfabetismo tercer mundista sino a la persistencia de estratos, profundo de la memoria y la mentalidad colectiva sacados de la superficie que la propia aceleración modernizadora.

La envergadura antropológica de los cambios que atraviesan nuestros modos de comunicación manifiestan un cambio de viejos contenidos en nuevas formas o viceversa, los jóvenes articulan hoy las sensibilidades posmodernas de las efímeras tribus que se mueven por la ciudad estallada o de las comunidades cibernéticas. Las transformaciones de la sensibilidad que median las nuevas formas de comunicación quedan expresas en estos testimonios:
§ En los barrios populares urbanos
§ La experiencia cultural de una deslocalizada ligazón entre su malestar en la cultura y el estallido de las fronteras especiales y sociales que llevan la televisión.


El actual desorden moderno del imaginario de construcción, simulacros, de contextualizaciones, eclesitismo, nos remite al dispositivo barroco cuyo nexo con la imagen religiosa anunciaban ya el nuevo cuerpo con sus prótesis tecnológicas: Walkmans, videocaseteras y computadoras. La ciudad informatizada no necesita cuerpos reunidos sino interconectados lo que constituye la fuerza y la eficacia de la ciudad virtual de los públicos de cine a las audiencias de televisión el desplazamiento señala una profunda transformación: la pluralidad social sometida a la lógica de la desagregación hace de la diferencia una mera estrategia de rating quizás el mas estratégico de los ámbitos des-centrados la televisión y el computador sea el tradicionalmente constituido por las imbricaciones entre la familia y la escuela (escena domestica) que transforman los modos de circulación de la información en el hogar “lo que ha verdaderamente revolucionado en la televisión es aquello que permite a los jóvenes estar presentes entre las interacciones entre adultos. Es como si la sociedad hubiera tomado la decisión de autorizar a los niños asistir a la guerra, entierros o juegos de seducción. Los adultos seguimos sin comprender el verdadero papel de la televisión esta teniendo en la reconfiguracion del hogar, la incomunicación, los programas de televisión para adultos disfrazados en ella los adultos miente, roban, se emborrachan, maltrato, y el niño no puede ser culpado por lo que ve, en cambio si lo lee clandestinamente si lo es sancionado. El múltiple desordenamiento que traviesa el mundo familiar en donde se inserta el desorden cultural que la televisión introduce “ el régimen del saber”, separación, rendimiento escolar, lectura pasiva y escritura”. Al reducir la comunicación educativa a su dimensión instrumental, esto es el uso de los medios lo que deja afuera es justamente aquellos que es estratégico pensar: la inserción de la educación en los complejos procesos de comunicación de la sociedad actual, en el ecosistema educativo que construye el entorno educacional difuso y descentrado que producen los medios. Su empatia congnositiva y expresiva con los lenguajes del video y el computador. El libro sigue siendo la clave de la primera alfabetización formal, esa que en lugar de encerrarse sobre si mismo debe hoy poner la bases para la segunda alfabetización que nos abre a las múltiples escrituras que hoy conforman el mundo de la audiovisual y la informática. Pues estamos ante un cambio en los protocolos y procesos de lectura que es la simple sustitución de un modo de leer por otro sino la compleja articulación de a lectura de textos y la de hipertextos de la doble inserción de unos y de otros a esto le llamaremos ecosistema educativo. Pues mientras os hijos de la clases pudientes entran en interacción con el ecosistema informaciónal y educativo desde su propio hogar, los hijos de las clases populares, cuyas escuelas publicas no tienen, en su inmensa mayoría, la mas mínima interacción con el entorno informático, siendo para ellos la escuela el espacio decisivo de acceso a las nuevas formas de conocimiento, están quedando excluidas del nuevo campo laboral y profesional que la cultura tecnológica prefigura. De ahí la importancia estratégica de cobrar hoy una escuela capaz de un uso creativo y critico de los medios audiovisuales y las tecnologías informáticas. Ello solo será posible en una escuela que transforme su modelo de comunicación. Pues solo asumiendo la tecnicidad mediática como dimensión estratégica de la cultura la escuela puede hoy insertarse en los procesos del cambio que atraviesa nuestra sociedad, e interactuar con los campos de experiencia que hoy se procesan:
§ Hibridaciones de la ciencia y el arte
§ Literatura escrita y audiovisuales
§ Reorganización de los saberes

Solo haciéndose cargo de esas transformaciones la escuela podrá interactuar con las nuevas formas de participación ciudadana que el nuevo entorno comunicaciónal le abre hoy a la educación.

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